Hoy lo conocemos como Monumento a la Revolución Mexicana, pero la idea original de esta obra era ser el Palacio Legislativo. El arquitecto Jorge Macías reconstruyó en 3D la obra original y da la primicia a los lectores de Obras.

CIUDAD DE MÉXICO — Entre las numerosas bondades que la tecnología 3D y la realidad virtual ofrecen está el poder apreciar espacios no construidos físicamente. Esa posibilidad impulsó al arquitecto Jorge Macías a reinterpretar los planos originales de un espacio inacabado que hoy tiene una vida activa: el Monumento a la Revolución.

Pensado originalmente para ser el Palacio Legislativo Nacional, por iniciativa de Porfirio Díaz a principios del siglo pasado, y encargado al arquitecto francés Émile Bénard, el ahora monumento comenzó a construirse el 23 de septiembre de 1910, ocho meses después la obra fue interrumpida a causa del movimiento revolucionario, y retomada luego de una década por el arquitecto Carlos Obregón Santacilia.

Ahora, gracias a la iniciativa de Macías, es posible apreciar cómo hubiera sido el Palacio Legislativo, según la idea original de Bénard.

Además de la renderización, el arquitecto produjo un video en 3D que permite un recorrido exterior con diversas perspectivas. En entrevista con Obras, Macías expresa: “Es mi interpretación del pasado con herramientas actuales, ensalzando la arquitectura como vestigio tangible de lo intangible, como una muestra de la cultura de su época y de la nuestra”.

El arquitecto consultó más de 300 archivos en los museos de la Revolución, Arquitectura y el Archivo General de la Nación. En este último ocurrió el mayor hallazgo: las dos fichas bibliográficas que contenían los planos originales. “Estos planos tenían todo lo arquitectónicamente necesario para hacer el modelado: había fachadas, plantas y cortes”, relata el experto en 3D.

La obra inicial del Palacio Legislativo contaba con una estructura metálica de más de 14,000 metros y tecnología vanguardista en su cimentación, que tuvo una excavación profunda, así como un trabajo artesanal en los remaches de la estructura y 66 columnas monolíticas de granito.

“Si este edificio se hubiera terminado sería un símbolo para la arquitectura de nuestros tiempos, equiparable al Palacio de Bellas Artes, incluso sería aún más relevante”.

Luego de medio año de trabajo y de asumir los gastos –que calcula en 700,000 pesos–, Macías obtuvo el modelado 3D. “La calidad de imagen se asemeja mucho a la realidad, por eso lo denominamos fotorrealismo”, menciona.

El arquitecto piensa que el proyecto puede ir más lejos para ‘transitar’ por el interior, pero ese es un trabajo pendiente. Por ahora, comparte la primicia de su recreación con los lectores de Obras.

Fuente: http://obrasweb.mx/

Por chiquenito_2

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