Una ciudadana nos muestra los peligros de caer en las garras del alcoholismo, una de las enfermedades que más daño hacen a los seres humanos.

Esta es mi historia “soy alcohólica”. Cuándo tenia 18 años probé mi primera cerveza, pero cómo estaba muy amarga le eché 5 cucharadas de azúcar y con eso fue suficiente para ponerme una borrachera, al otro día me sentía fatal pero me gusto el efecto que había hecho en mi organismo y así fue cómo me fui introduciendo en las garras de una enfermedad peligrosa, como lo es el alcoholismo, después ya no era una cerveza, era la combinación de cerveza y tequila, ron, vodka; me fumaba una caja de cigarros diario. Me encantaba estar mareada. Lo disfrutaba y si amanecía “cruda” ya tenía mi algodón con alcohol, para ponérmelo en el ombligo y desayunaba algo bien picoso así me la curaba. Hasta que llegó un momento que esos métodos de las comidas picosas, ni el algodón funcionaba ya. Ya mi vida era el alcohol, hasta que me atacó una horrible cruda que mis manos temblaban, recuerdo ese día cuándo agarraba la cerveza al tiempo para tomarla me temblaba la mano, se me derramaba el liquido en mi cuerpo. Ahora tengo 6 años qué no tomo ni una gota del alcohol, ni un cigarro. Como dejé todo eso, no fui a ninguna clínica a pedir ayuda. Necesitaba trabajar en algo y cómo me gusta las ventas me metí de comisionista de un negocio de ventas de cerveza. Esa era la mejor terapia que podía tener y llegó un momento que de tanto recibir los embaces sucios y con olor a rancio llegó a darme asco. Hoy quiero decirles que ya no tengo esa ansiedad de tomar una bebida que contenga alcohol. Les cuento mi historia para que sepan que tan peligroso es el alcoholismo y que puedes perder todo trabajo y hasta tu propia familia. El alcoholismo es la incapacidad de controlar el consumo de alcohol debido a una dependencia física y emocional, es una adicción que puede ahogar tu vida, ya que no sólo tiene múltiples consecuencias físicas, sino también psicológicas. Salir de este problema es posible con voluntad y ayuda. Yo estuve encadenada al alcohol y hoy tengo 6 años que rompí esas cadenas.

Blanca N.

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