Enrique Peña Nieto, los secretarios de Hacienda, Luis Videgaray, José Antonio Meade y José Antonio González Anaya, así como el titular de la Secretaría de Energía, Pedro Joaquín Coldwell y los directores de Pemex otorgaron una fortuna a las calificadoras de crédito:

Standard & Poor’s recibió 500 mil dólares.

Moody’s 450 mil dólares.

Fitch Rating 350 mil dólares

En total, se destinó un millón 300 mil dólares, es decir, 25 millones 650 mil pesos, según información obtenida en el portal de transparencia.

De esta manera, las agencias correspondieron a la generosidad de la administración, otorgando opiniones favorables sobre la reforma energética.

Un ejemplo de esto es la opinión emitida el 20 de diciembre de 2013 por Standard & Poor’s Rating Services, en donde subió las calificaciones en escala global de riesgo crediticio y deuda a largo plazo en moneda extranjera de BBB a BBB+, y en moneda local de A- a A, de Petróleos Mexicanos (Pemex).

También las calificaciones de las subsidiarias de Pemex, PMI Trading, PMI Norteamérica y MGI Supply Ltd. también subieron (escala global, moneda extranjera, BBB+/estable y moneda local, A/estable).

No obstante, pese a estas calificaciones, la verdad es que tanto el Gobierno mexicano como la petrolera no hicieron más que endeudarse. Al término del peñanietismo, el Gobierno tenía una deuda de 10 billones de pesos, mientras que la de Pemex superaba los 100 mil millones de dólares.

Y, aunque los contratos con las tres calificadoras no son considerados ilegales, pues se realizaron con las formalidades de cualquier empresa que cobra por sus servicios a sus clientes, se pone en duda su ética.

Por molotovmx

🔘Máster Chairo🔘