No existen referencias en el México contemporáneo sobre la conmemoración de un proceso electoral, había jornadas para mantener presente en la memoria la falta de pulcritud en las elecciones y la falta de respeto a la decisión del pueblo.

Los gobernantes en turno tenían otras ocasiones para montar una escenografía que recordada al pueblo, y al mundo, su legitimidad; así, el primero de mayo era la fecha en que los trabajadores del país demostraban al presidente su lealtad y apoyo incondicional, quién pensaba en demandas obreras ?
El 1 de septiembre, fecha en que el titular del ejecutivo rendía el informe sobre el estado de la administración pública, era el día del presidente, día de asueto en que los servidores públicos acudían al besamos dispuestos para la foto y recordando que “el que se mueve no sale”

Los días del presidente se fueron desgastando, como todo el sistema, y la lucha por la democracia contribuyó a despojar al calendario de tan indignas constumbres.

Con la 4ta llegaron nuevas formas de hacer política y de relacionarnos los ciudadanos con los servidores públicos; hacer realidad el mandar obedeciendo, sin retórica y sin ambigüedades.
Es en congruencia con lo anterior que el Presidente de la República nos ha convocado a escuchar el informe que rendirá al pueblo a seis meses de haber asumido el cargo.

Acudiremos a escuchar con atención, con espíritu crítico y la convicción firme; pero, además de todo, nos reuniremos a celebrar el primer año del triunfo electoral del movimiento de regeneración nacional en un contecimiento inédito en nuestro país.

Juntos Hacemos Historia