Escucha lo que Citlalli Hernández Mora le dijo a Lorenzo Córdova sobre el INE y su actuar faccioso contra lo que propone y representa la Cuarta Transformación.
Al INE le falta pueblo.
Escucha lo que Citlalli Hernández Mora le dijo a Lorenzo Córdova sobre el INE y su actuar faccioso contra lo que propone y representa la Cuarta Transformación.
Al INE le falta pueblo.
A pesar de las adversidades que vive la humanidad por la pandemia, millones de personas hacen posible que en México 🇲🇽 la esperanza continúe con un proyecto de transformación pacífica y profunda.#Adios202.
Feliz Año Nuevo
Uno de los males que ha aquejado a nuestro país durante décadas ha sido la política del saqueo.
Los gobiernos neoliberales delinearon instituciones, reglas de operación, métodos administrativos y discursos maquillados para institucionalizar el robo.
Si el fin de una persona que hace política es el dinero, los principios y la responsabilidad con sus representados no serán prioridad en la toma de decisiones, mucho menos el bien común y los intereses de la nación; peor aún, si el sistema político se va conformando por personas así, la constante será el robo y el engaño para mantenerse en el poder.
Más allá de ideologías, simpatías, filias, fobias o posturas partidistas, la ciudadanía mexicana debería aferrarse a que ningún político ni gobernante haga de la toma de decisiones, y la administración de nuestros impuestos, una gerencia de negocios.
Por el bien de nuestra nación, nuestro presente y futuro, jamás debemos permitir que de nuevo se instaure la estafa y el desfalco. Por eso el caso Odebrecht en México debe ser de vital atención para la ciudadanía y también es importante que la reforma eléctrica propuesta al Poder Legislativo por el presidente Andrés Manuel López Obrador tenga un profundo y serio debate.
No sólo de las voces que representan intereses de negocios, sino también de especialistas, voces en defensa de la soberanía, usuarios de la energía eléctrica, así como provocar una reflexión sobre el futuro, las energías limpias, la inevitable transición energética; sobre el litio, su importancia y la necesidad de desarrollar una industria alrededor del “petróleo del futuro”.
¿Qué tienen que ver la corrupción política, la energía y el caso Odebrecht? Mucho, porque la historia de las privatizaciones en México está ligada al negocio de unos cuantos y en los últimos años el sector energético ha sido utilizado para ello.
La lógica del neoliberalismo a la mexicana, entre otras cosas, se basa en chatarrizar las industrias del Estado para justificar la intervención del capital privado y hacer un negocio redondo: el financiamiento público, pero el riesgo y las pérdidas también; además, el Poder Legislativo algunas veces ha hecho leyes a modo.
En 2015, cuando detuvieron a Marcelo Odebrecht, presidente de una gran empresa que articulaba otras empresas dedicadas, entre otras cosas, a la construcción, la infraestructura, el sector inmobiliario, petroquímica y el transporte, se abrió una caja de Pandora con nombres de funcionarios y políticos de todo el continente y otras partes del mundo, mismos que habían recibido sobornos de la empresa para favorecerla con contratos de obra pública.
En los demás países, la noticia fue escandalosa, funcionarios fueron a la cárcel e incluso un expresidente se suicidó; en México, los principales medios de comunicación callaron, la PGR clasificó el caso y la impunidad predominó con el silencio cómplice de voces públicas y el poder presidencial.
En el caso mexicano se habla de 10 millones 500 mil dólares de sobornos otorgados por parte de la empresa a diversos funcionarios. Pemex, entonces dirigido por Emilio Lozoya, otorgó decenas de contratos a sobrecosto a la empresa brasileña. Fue detenido en España el año pasado (2020) y extraditado entonces a nuestro país, ahora colabora con la FGR para avanzar en la investigación y un juez ha decidido mantenerlo en el Reclusorio Norte con prisión preventiva.
El mencionado ha dado nombres de otros funcionarios implicados, entre ellos los expresidentes Peña Nieto y Felipe Calderón, el excandidato presidencial Ricardo Anaya, quien, tras ser citado por la Fiscalía, ha salido del país, el exsenador panista Jorge Lavalle, en prisión preventiva, entre otros.
Según la declaración de Lozoya, Odebrecht también habría otrorgado dinero para financiar campañas electorales del PRI y para garantizar el voto de legisladores a favor de la reforma energética propuesta en el mal llamado Pacto por México, por lo que también podría estar implicado el exsecretario de Hacienda Luis Videgaray.
¿La sociedad mexicana debe olvidar este caso y perdonar a quienes han utilizado el poder para hacer negocios? ¿No es indignante que usando la mentira y el discurso del miedo intenten volver al poder cuando deberían pedir disculpas, presentarse ante la justicia y no volver nunca más a la vida pública?
Quienes nunca han estado de nuestro lado, en un burdo oportunismo intentan confrontar el movimiento de transformación nacional del que formamos parte miles de hombres y mujeres, con la naciente ola feminista mexicana, porque saben que si logramos una buena sinergia, daremos grandes pasos, como se ha logrado en otros momentos de la historia. Utilizan con alevosía el discurso del Presidente fuera de contexto o algunas declaraciones en las que no dice con las palabras exactas lo que las feministas queremos escuchar.
Pero el Presidente es auténtico, no busca ser políticamente correcto y no forzará su discurso para “quedar bien” con nosotras, además, jamás ha lucrado con alguna causa y ésta no será la excepción.
AMLO es un hombre de 67 años, de izquierda y de firmes convicciones; al igual que él, muchos otros grandes luchadores se enfocaron toda su vida en el avance democrático del país y en alcanzar la justicia social; su error fue no darse cuenta de que en esa lucha, el feminismo cabe bien, porque no se trata de un tema de mujeres, sino de una postura que busca transformar las viejas estructuras desde la raíz.
A pesar de ello, lo que la derecha y los conservadores no quieren ver, es que en estas largas luchas, nosotras hemos acompañado y hemos estado al frente. Con brutal violencia buscan cuestionar nuestra doble militancia e invalidarnos como interlocutoras y, además, construir en el Presidente a un enemigo del feminismo.
Es un error esperar que AMLO utilice nuestros conceptos feministas, pero es una aberración acusarle de adversario del feminismo, porque ha sido el principal aliado de muchas de nosotras en la búsqueda de la justicia y porque, en la toma de decisiones, aquí hemos estado y seguiremos estando.
En los últimos meses, la pandemia por covid-19 ha impactado de diversas maneras nuestras vidas; lamentablemente, cada vez es más frecuente conocer casos de personas enfermas o familiares y amigos que perdieron la batalla contra el coronavirus.
Conforme acrecentó la pandemia, la esperanza en el mundo para volver al ejercicio de nuestra cotidianidad ha sido la llegada de una vacuna, pues es la única manera en la que se activan las defensas en nuestro organismo para resistir ante el virus, fortalecer nuestro sistema inmunológico y generar anticuerpos.
En el caso de nuestro país, no es menor lo que se ha logrado al respecto, pues estamos tan acostumbrados a tener gobiernos que no atienden con urgencia y prontitud las necesidades de la población, que es digno de ser nombrado lo que se ha logrado en materia de vacunación en los últimos meses, que destaca la rapidez con la que la población mexicana accederemos de manera gratuita a la anhelada vacuna.
México ocupa el lugar número 17 en el mundo en vacunas administradas por cada 100 habitantes de la población total; en Latinoamérica, según la plataforma Our World In Data —que se basa en cifras de la Universidad de Oxford—, nuestro país está tan sólo detrás de Argentina.
La primera persona en recibir la vacuna contra covid-19 en México, el 24 de diciembre de 2020, fue María Irene Rivera, una enfermera del Hospital Rubén Leñero de la Ciudad de México. A la fecha, ya se han aplicado 415 mil 417 vacunas y en la mayoría de las entidades del país ya empezó a administrarse la segunda dosis.
El esquema de vacunación que se ha establecido está basado en etapas de aplicación con un enfoque de justicia y no de privilegio: de diciembre del año pasado a febrero del presente será al personal de salud de la primera línea de control de covid-19; de febrero a abril, el personal de salud restante y personas de 60 años y más, las personas de 50 a 59 años, de abril a mayo de 2021, y de mayo a junio, personas de 40 a 49 años; finalmente, el resto de la población, de junio de 2021 a marzo de 2022.
No sólo eso, además, México fue el quinto país del mundo en comenzar la inmunización con la vacuna Pfizer, compró 77 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca, está por cerrar el contrato para la compra de 32 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V, a la par de que la Cofepris está por emitir una resolución sobre esa fórmula y está llegando el primer cargamento de principio activo equivalente a 6 millones de vacunas; se compraron 35 millones de dosis de la vacuna Cansino y se trabaja en una planta para el envasado en territorio nacional de la misma.
Según la información proporcionada por el secretario de Hacienda, el monto de los convenios para recibir las vacunas ha sido de mil 659 millones de dólares, invertidos en la salud y bienestar de las y los mexicanos para dicho propósito. En plena emergencia sanitaria y con pérdidas humanas a nuestro alrededor por el coronavirus, sin duda, que se destine presupuesto para la compra de vacunas y se presente un esquema de administración justo y eficiente, llena de esperanza.
A pesar de ello, en esta emergencia sanitaria, en la arena política no hubo tregua para pensarnos como una nación diversa pero solidaria que hiciera todo lo posible por salir adelante y pasarla menos mal. Algunas de las voces de oposición al gobierno, en sus filias y fobias, han sido mezquinas en todo este proceso. Como la usuaria de Twitter @Miriam_Junne, que publicó hace algunos días esas voces agoreras del desastre, primero decían que nuestro gobierno era tan ineficaz que nunca conseguiríamos la vacuna, luego sospecharon de las mismas y dijeron que no se las pondrían, cuestionaron por qué no se ponían a la venta, sin pensar en el personal de salud como primeros receptores y ahora se le acusa al gobierno de entreguismo porque AMLO hizo eco del llamado de la ONU para reducir las entregas para que países más pobres puedan acceder a ésta.
Texto publicado en Excélsior.
“Las mañaneras son un espacio de rendición de cuentas y diálogo abierto con la ciudadanía”.
Criticar y cuestionar al poder es sano para la vida democrática de un país; hacerlo a la ligera, sin argumentos y en representación de un grupo de interés, difundir noticias falsas y e intentar manipular la realidad, la pone en riesgo. Actualmente, la ciudadanía está más politizada que antes y por eso exige cada día mayor calidad en la información.
La ciudadanía ha descubierto quiénes le traicionan en nombre de la democracia, el periodismo o la imparcialidad cambiando de postura y engañando según su conveniencia.
Cuando una sociedad se interesa cada vez más en la cosa pública, *demanda que se respete su derecho a la información*, pues sabe que el abuso del poder y la concentración de éste en unos cuántos, se ha alimentado del silencio y la desinformación.
Eso también lo sabe Andrés Manuel López Obrador, por eso con absoluta transparencia, cada mañana informa a la ciudadanía sobre las decisiones que toma y genera un diálogo circular con medios y adversarios políticos. La oposición a la transformación también lo sabe, por eso *les molesta que el pueblo se informe y buscan a través de los resquicios del viejo régimen, censurar dicho espacio matutino*.
Lorenzo Córdova, presidente del Instituto Nacional Electoral, anunció que en los próximos días se discutirá la posibilidad de suspender la transmisión de las mañaneras debido a que en abril inician las campañas electorales. Su argumento es que dicho espacio es propaganda gubernamental, sin embargo, una se pregunta bajo qué criterios determina eso el INE y si su actuación es tendenciosa, pues si dicha contundencia y firmeza la hubiesen tenido en otros momentos de nuestra democracia, probablemente creeríamos que sus razones son legítimas.
¿Los consejeros del INE han pensado que *de suspender la mañanera estarían violentando el derecho a la información de millones de personas*? No les interesa lo que dice López Obrador, sino la cantidad de gente que le escucha y confía en él, porque no habíamos tenido hasta ahora un mandatario con tanta legitimidad y respaldo social.
Las mañaneras no son un espacio de propaganda gubernamental, son un espacio de rendición de cuentas y diálogo abierto con la ciudadanía.
En la primera columna compartida en este espacio sostuve que el mandato de julio de 2018 fue de cambio; quizás para algunos sectores de los partidos políticos no ha quedado claro, pues las élites políticas no sólo están alejadas de sus bases, sino, además, les demeritan.
En un país como el nuestro, donde la historia política está llena de pasajes de corrupción, abuso, cinismo y traiciones. La expectativa de transformación acumulada por generaciones agudiza el reto de todos los partidos para reinventarse; es natural que, conforme avanzan las sociedades, éstos se enfrenten a la necesidad de actualizarse o, por lo menos, de adaptarse a las nuevas exigencias.
En la teoría, las tendencias políticas, ideologías, asociaciones de pensamiento, la visión compartida de un proyecto o los intereses comunes agrupan a los iguales; sin embargo, en la práctica y derivado de cálculos electorales y un tanto de pragmatismo, muchas veces vemos a los diferentes juntarse para ganar una elección.
Es así como, a pesar de ser contradictorio, hemos visto alianzas coyunturales entre partidos que se asumen de izquierda con partidos que se autodefinen de derecha. Por supuesto, ese elemento de incongruencia lo nota la ciudadanía, por lo que, con artilugios retóricos y discursivos, intentan justificarse para no perder adeptos.
A pesar de ello, el anuncio de la semana pasada es el colmo de los colmos. La sobrevivencia política de los partidos que han ido perdiendo credibilidad con el transcurrir del tiempo y el efecto de sus decisiones, es evidente. En un acto de desesperación, se ha anunciado la oficialización del PRIANRD, ése que desde hace varios años se denunciaba, pero que sus representantes intentaban ocultar por la obviedad de sus implicaciones.
Y es que el pacto entre PRI, PAN y PRD existía en el clóset desde hace tiempo. En público se decían diferentes y se golpeaban entre sí, pero en lo oscurito acordaban. Las “dirigencias” de dichos órganos políticos fueron desistiendo a sus convicciones y cada vez más se constituyó una lógica de intereses creados, conveniencias y hasta negocios.
El primer acto oficial donde anunciaron su compromiso fue en la firma del mal llamado Pacto por México, donde todos estos partidos se comprometían a acompañar las “reformas estructurales” de Peña Nieto; modificaciones legislativas que legalizaron la explotación laboral, la entrega de nuestros recursos energéticos, el golpe al magisterio y muchos otros retrocesos en términos de derechos.
El PRIANRD existe, ya formalizaron el matrimonio y ahora nadie puede negarlo; intentan justificarlo construyendo la necesidad de combatir a un enemigo (al Presidente de México). Andrés Manuel, el “peligro para México” que ha sido consecuente con sus luchas a pesar de su afiliación partidista, que llegó a la Presidencia con el respaldo de 30 millones de mexicanos y que, según las más recientes encuestas publicadas, cuenta con el 62% de aprobación, a pesar de las dificultades económicas y sanitarias derivadas de la pandemia.
El clásico “todos son iguales” se fortalece cuando miramos al PRIANRD cada vez más junto y el reto de los demás partidos aumenta, si no marcan la diferencia entre las demás ofertas políticas. La ciudadanía está cansada de mirar a los mismos personajes de siempre en la boleta electoral; a quienes robaron y despojaron de derechos, a quienes prometieron y no cumplieron, a quienes traicionaron el voto de confianza, a quienes decían ser diferentes y resultaron ser más de lo mismo.
En los tiempos que vivimos, la exigencia de congruencia es mayor, porque la ciudadanía ha probado con casi todos los partidos y de manera general casi todos le han fallado (incluyendo las candidaturas independientes).
Auguro que al PRIANRD no le irá bien el próximo año, a pesar de la suma de sus caciques y la inversión monetaria. El mismo destino tendrá quien siga sus pasos, porque no sólo es congruencia lo que se mide, también los resultados. La ciudadanía avanza con paso firme contra el engaño en todos los partidos y dice ¡no! —a pesar de sus preferencias políticas— a todo lo que implique más de lo mismo.
Por Vladimir Parra Barragán.
“Hoy me propongo fundar un partido de sueños,
/ Talleres donde reparar alas de colibríes.” Silvio Rodríguez.
El día de ayer presenciamos el triunfo de una nueva manera de hacer política; la victoria de las bases de Morena. Nos llena de profunda alegría de que una compañera, la senadora Citlalí Hernández, mujer feminista, surgida desde las bases, que participó en movimiento Yosoy132; que brigadeó casa a casa; que defendió el voto del pueblo en una casilla; que está con las causas justas, con los movimientos sociales; que colaboró con las firmas del juicio a los ex presidentes; y que logró la unidad en torno a su candidatura; sea electa secretaria general de nuestro partido-movimiento gracias a la suma de voluntades y al activismo de compañeras y compañeros en todo el país que de manera auténtica fueron acompañando su candidatura.
Desde que Citlalli anunció su candidatura a la secretaría general, fue la única que pidió licencia de su cargo público, y se dispuso a hacer una campaña austera, colectiva, transparente, recorriendo el país desde abajo, a ras de piso, con el apoyo de la militancia y sin la necesidad de tener vínculos o alianzas con los grandes medios de comunicación ni recurrir a miles de pesos para posicionar su imagen.
Se evidenció que había dos visiones de partido: Los que le apostaron a las alianzas y pactos con personalidades de procedencia dudosa, a creer que Morena es una caja de puestos, cargos y candidaturas y que sólo buscan administrar el cambio; y quienes queremos profundizar los procesos de transformación, quienes creemos que Morena es una herramienta del pueblo, para el pueblo y con el pueblo, un partido-movimiento que busca llevar a gente honesta a los espacios de toma de decisiones y acompañar la revolución de las conciencias del presidente.
Citlalli siempre puso por delante las ideas y la palabra, demostrando así que sí es posible hacer política de manera diferente frente a las pretenciones burocráticas, chambistas y tribales que carcomen a los demás partidos. Así lo hizo y así ganó con el apoyo de todos los que creemos que la cuarta transformación pasa porque luchemos todos los días y en todos los terrenos concienciando y organizando; quienes consideramos que el partido debe convertirse en fuerza organizada y poder popular que impulse los cambios con la gente, vinculándose con las luchas populares y demandas ciudadanas.
Por eso hoy inicia una nueva etapa. La cuarta transformación demanda un partido organizado, con principios claros y un liderazgo que promueva la unidad con los movimientos en un gran frente popular. Morena debe seguir siendo amplio, plural e incluyente, una organización de masas y de cuadros. Por eso Citlalli ha señalado que es urgente la reconciliación a través de la fraternidad, el debate de las ideas y la convivencia alegre de todos los militantes, porque somos parte de la misma lucha y del mismo proceso de transformación.
Eso mismo es lo que buscará Citlali: organizar, concientizar, luchar y construir poder popular. Por eso somos optimistas con su victoria, porque compartimos sueños, porque somos solidarios, y porque seguimos en lucha. Por que ambos creemos que es en las calles, en la comunidad, en el contacto directo con la gente donde la gente se conoce, organiza y adquiere conciencia con la revolución de las consciencias. Es ahí, donde los militantes se foguean y la organización se pone a prueba.
Tendrá el gran reto de consolidar y reorientar los comités de base a la lucha cotidiana en las colonias, en los pueblos, y en las grandes batallas nacionales; así como la construcción de la conciencia, organización y poder popular necesarios para defender el proceso de transformación y profundizarlo con la fuerza de la militancia. Estamos seguros que lo logrará porque Ctlalli respresenta esa fuerza. No cabe duda, Citlalli es la fuerza del cambio.
Siguiendo la forma en que ha logrado éxito en sus encargos, mediante el contacto con la gente, desde abajo, con la base, con los militantes… Citlalli Hernández Mora ha estado dando el ejemplo, siempre en contacto directo con el pueblo.
Esta tarde se dieron a conocer los resultados, aquí les traemos el documento.
[pdf-embedder url=”https://www.desdelaizquierda.mx/wp-content/uploads/2020/09/cpypp-20sepriv-2020-09-30-p1.pdf”]